Antequera
cuenta con numerosos edificios realmente espectaculares, entre los
que destacan palacios de importantes familias que han pasado por
ella. Conviene dar un paseo por las calles de la ciudad y admirar la
belleza de estos lugares.
Palacio de Nájera (Museo Municipal)
Dirección: Plaza del Coso Viejo
Se
comenzó la construcción de este palacio en el primer tercio del
siglo XVIII. Su fachada muestra dos partes claramente diferenciadas
en el tiempo. La más antigua, que corresponde a las plantas baja y
principal, es de comienzos del siglo XVIII, mientras que la
torre-mirador y el cuerpo del ático se levantaron ya en la segunda
mitad del siglo referido. Esta torre, es obra del alarife antequerano
Nicolás Mejías. Su maqueta responde al típico esquema de torre
civil antequerana, que se venía repitiendo en la ciudad desde el
siglo XVI. Sorprendiéndonos en ella la valentía del vuelo de sus
cornisas, así como la maestría demostrada en la técnica del
ladrillo cortado. A
través del zaguán, accedemos al patio claustral. Este tiene planta
cuadrada y dispone doce columnas de orden toscano, sobre las que
descansan arcos de ladrillo y un segundo cuerpo bastante compacto.
También dentro del capítulo arquitectónico tenemos que destacar la
magnífica caja de escalera. Presenta planta cuadrada y doble tramo
de ida y vuelta, cubriéndose con cúpula decorada con profusas
yeserías.
Caja de Ahorros (Unicaja)
Dirección: Calle Cantareros, 4
De
la realización del proyecto (1932) se encargó el arquitecto Daniel
Rubio. Se emplea un vocabulario de tipo ecléctico, basado en una
singular mezcla de elementos manieristas, barrocos y neoclásicos
junto a otros más modernos. El planteamiento general es el de un
edificio en esquina y en el que se quiere concentrar toda la atención
en su chaflán de carácter monumentalista
Palacio de la Marquesa de las Escalonias
Dirección: Calle Pasillas, 27
Su
construcción debe fecharse a comienzos del siglo XVII. Se articulan
en su fachada dos plantas y un amplio ático o sobrado, que se
dividen verticalmente en cinco calles; dos ejes más, le fueron
añadidos en época posterior. La portada es ejemplar interesantísimo
dentro del manierismo civil en Andalucía. Su primer cuerpo es de
pilastras toscanas almohadilladas. En el segundo cuerpo de la portada
se disponen pilastras cajeadas, entablamento y frontón triangular
decorado con tacos. Estas pilastras se coronan, con unos grandes
triglifos más volados en su parte inferior y umbraleados de gotas.
Se trata, de un recurso muy del gusto de los manieristas italianos
que bebieron en la producción última de Miguel Angel.
Al
interior del palacio se accede a través de un amplio zaguán, con
mayor desarrollo espacial hacia la izquierda, y después de atravesar
una bella cancela de hierro. Se cubre el referido zaguán con
artesonado muy sencillo, situándose ménsulas en los extremos de las
vigas. El patio resulta original en el conjunto de la arquitectura
local, ya que presenta un sólo ala de galerías, en la que se
disponen tres logias superpuestas, presentando columnas toscanas y
arcos de medio punto en las plantas baja y principal y una estructura
arquitrabada en el último. Estas galerías quedan abiertas a un
recoleto jardín, rehecho a comienzos de nuestro siglo con cierto
gusto romántico.
Casa del Barón de Sabasona
Dirección: Calle Calzada, 31
Perteneció
este edificio, en la actualidad sede del Colegio Público Romero
Robledo, a la familia de los Tejada, que tuvieron título de barones
de Sabasona. Su construcción se remonta al primer tercio del siglo
XVIII, siendo uno de los ejemplos más originales en el conjunto de
las casas con “fachada-armazón”, tan característico de la
ciudad.
La
fachada de esta casa señorial es toda ella de ladrillo excepto la
portada, en la que se alternan los sillares de piedra blanca y negra,
apuntando ya al estilo manierista a pesar del momento de su
construcción. También cabe destacar los herrajes del balconaje de
la planta principal, que fueron renovados –excepto el del centro-
en el siglo XIX, en sustitución de unas grandes rejas.
El
patio, ligeramente desplazado hacia la izquierda en relación al eje
de la puerta de la calle, es uno de los más acabados ejemplos de
patio barroco antequerano. De planta cuadrada, desarrolla en cada uno
de sus cuatro frentes una triple arcada sobre columnas toscanas, en
las que se combinan la piedra roja y negra, lo que resulta un rasgo
poco común en la arquitectura civil de Antequera. Los arcos y el
cuerpo principal, en el que se abren balcones con barandas de hierro,
son fábrica de ladrillo y se decoran con algunos detalles florales
de barro cocido.
La
caja de la escalera, que se cubre con una cúpula elíptica decorada
con yeserías en las pechinas, tiene como elemento más original las
columnas pareadas que soportan los arcos del desembarco.
Casa Bouderé
Dirección: Calle Infante Don Fernando, 2
La
Casa de los Bouderé fue construida por el arquitecto Daniel Rubio a
principios de este siglo. Esta casa, de estilo eclecticista francés,
muestra a la plaza de San Sebastian sus balcones, con bonitas rejas
de fundición.
Casa del Conde Colchado
Dirección: Calle Cantareros, 16
La
primitiva estructura de fachada sintoniza con el modelo de
"fachada-armazón". E igualmente antiguos son los
magníficos escudos barrocos, labrados en caliza blanca, que se
sitúan a ambos lados del balcón principal. La portada, resulta más
barroca en su primer cuerpo; la ordenación tectónica del segundo
responde ya a un concepto neoclásico, aunque se corona con frontón
partido y centrado por un escudo de la Cruz de Jerusalén. El patio,
muy bello y amplio, tiene en planta baja columnas toscanas de caliza
roja sobre las que apoyan arcos de medio punto en ladrillo. En las
claves de éstos podemos ver las típicas aplicaciones de barro
cocido. Es muy interesante la caja de la escalera, que se cubre con
bóveda de yeserías.
Casa del Conde de Pinofiel
Dirección: Calle Tercia, 10
Uno
de los edificios mejor conservados, así como una de las poquísimas
construcciones domésticas de las que conocemos su fecha y autor.
Ambos datos rezan en una cartela de la fachada en la que se dice
textualmente: "Juan de Navarrete me fecit. Año 1762". Su
exterior, organizado tectónicamente según el modelo antequerano de
"fachada-armazón", es totalmente de ladrillo con excepción
de la portada. Esta, labrada en sus dos cuerpos en caliza blanca del
Torcal, presenta en el primero pilastras muy originales, coronadas de
capiteles toscanos ovados y decoradas en el fuste por una especie de
casetones mixtilíneos; los detalles ornamentales responden al
repertorio rococó.
En
el segundo cuerpo, a ambos lados de la portada, podemos ver dos
espléndidos escudos, también en caliza blanca, que se enmarcan en
un recuadro quebrado de ladrillo de tradición mudéjar. Del interior
del edificio las piezas más interesantes son el patio y la caja de
la escalera. El primero tiene, en planta baja, tres galerías de
columnas toscanas de caliza roja. Sobre ellas descansan arcos de
medio punto y un cuerpo superior con balcones, todo ello en ladrillo
y de sencilla molduración. Deliciosa es la caja de la escalera, que,
nos ofrece un auténtico derroche de yeserías barrocas.
Casa de los Colarte
Dirección: Calle Maderuelos, 16
Este
edificio fue construido a comienzos del siglo XVIII. El exterior, que
se organiza según el modelo de "fachada-armazón",
presenta cuatro ejes, quedando situada la portada en el extremo de la
derecha. En su primer cuerpo, labrado en caliza roja del Torcal, la
puerta queda jalonada por dos columnas toscanas sobre plintos, que
sostienen clásico entablamento con parca decoración de triglifos;
el segundo contrasta bastante con el inferior, no ya sólo por el
material empleado (ahora se trata de ladrillo enfoscado), sino
también por su molduración: profusión de elementos almohadillados
y aspecto de fuerza o pesadez.
A
través del zaguán, accedemos a un largo cuerpo de casa, en uno de
cuyos extremos se sitúa la caja de la escalera, sin duda la pieza
más interesante de todo el interior del edificio. Presenta planta
rectangular y doble tramo de ida y vuelta, con baranda de hierro
desde el rellano. La bóveda se compone de un medio cañón con
lunetos, rematado en los extremos con dos cuartos de esfera sobre
pechinas. Todo se decora con yeserías policromas. El patio principal
es bastante sencillo y sólo tiene galería columnada en uno de sus
frentes.
Casa de los Pardo
Dirección: Calle Infante Don Fernando, 79
Se
trata de uno de los más bellos edificios civiles de la ciudad y de
un ejemplar de fundamental importancia dentro de la arquitectura
doméstica del manierismo en Andalucía. En la actualidad sólo se
conserva de la primitiva construcción la fachada. La fachada,
concluida en 1636, queda resuelta en tres plantas divididas en tres
ejes y parece inspirado en algún tratado de arquitectura. Todos y
cada uno de los elementos muestran estar pensados para contribuir a
una idea de conjunto muy estudiada: la altura de cada cuerpo va
disminuyendo respecto del inferior para dar una mayor sensación de
alzada; los frontones de los cuerpos inferiores adoptan la forma
partida, para crear una mayor articulación entre las ventanas de un
mismo eje, mientras que los del ático quedan cerrados.
Casa de los Serrailler
Dirección: Calle Laguna, 3
Casi
toda la primera mitad del siglo XX supone dentro de la arquitectura
sevillana una constante búsqueda de la propia entidad perdida.
Dentro de este movimiento (que se ha dado en llamar "Arquitectura
del Regionalismo"), no cabe la menor duda de que la gran figura,
que alcanza mayor renombre es la de Aníbal González.
La
Casa Serrailler de Antequera, que es una de las últimas obras de
Aníbal González, se inserta, por tanto, dentro del foco sevillano.
Hacia el exterior se desarrolla una gran fachada de ladrillo en
limpio, organizada en cinco ejes verticales y tres plantas en
disminución de altura hacia arriba. El eje central lo ocupa la
portada. Del interior del edificio destaca el patio, quintaesencia
del sevillanismo inventado por el maestro: columnas corintias de
mármol blanco, molduración de ladrillo, azulejería trianera, etc.
Casa de los Ramírez
Dirección: Calle Cantareros, 18
En
su conjunto, se trata de una mansión señorial de tipo medio en la
que destaca, de manera muy especial, su interesantísima portada. En
ella, su primer cuerpo, labrado en caliza roja, responde a un extraño
diseño, mostrando curiosas formas de abanico en la intersección de
pilastras y arquitrabe. El segundo cuerpo es, sin embargo, lo que
concede auténtico carácter al edificio. Dobles pilastras toscanas
cajeadas, en planos distintos de profundidad, sostienen un amplio
entablamento y frontón partido. La decoración general añadida
consiste en aplicaciones de barro cocido muy del gusto local.
Teatro Cine El Torcal
Dirección: Calle Cantareros, 8
La
construcción del Teatro-Cine Torcal (1933-34), interesante ejemplo
de la arquitectura racionalista en Andalucía, es obra del arquitecto
Antonio Sánchez Esteve. El edificio, en su conjunto, se inserta
dentro de la estética del Art Déco. Presenta características muy
concretas de este movimiento que en el aspecto arquitectónico quedan
plasmadas en el Cine Torcal, tanto en su concepción volumétrica
como en sus programas decorativos. Este es el caso de la profusión
de formas angulares, distribución regular de huecos y acusada
simetría, cuerpos salientes laterales, bandas paralelas
horizontales, etc.
El Pósito (Archivo Histórico Municipal)
Dirección: Cuesta de Barbacanas, 6
El
Pósito Municipal era el almacén de trigo con el que el ayuntamiento
de la Ciudad intentaba asegurar el aprovisionamiento normal del grano
a toda la población. El edificio podemos fecharlo hacia el siglo
XVII, si bien a lo largo del tiempo sufrió numerosas
transformaciones y añadidos. La pieza más antigua es la gran nave o
buque principal del conjunto, que conforma el volumen mayor, ubicado
en la esquina de la calle de Nájera y cuesta de Barbacanas. Se trata
de una pieza muy compacta, sin apenas huecos, y coronada por una
cubierta de teja árabe, dispuesta en fortísima pendiente. Como
elemento singular destaca la portada de arenisca, con arco rebajado
sobre el que se asientan los tres elementos del escudo de Antequera.
En el lateral de calle Nájera, alcanza gran protagonismo el zócalo
formado de varias hiladas de fuerte sillería en caliza roja de El
Torcal. La llamada Casa del Mayordomo, ubicada en el extremo de la
izquierda de cuesta de Barbacanas, presenta una estructura de fachada
latericia que se puede fechar en el primer tercio del siglo XVIII.
En
el interior se han llevado a cabo importantes transformaciones,
partiendo de la avanzada ruina de algunos de sus elementos. El
espacio de mayor interés arquitectónico es la llamada Panera, que
levantó el alarife mayor de la ciudad, Martin de Bogas, en el año
1773. Se trata de una gran sala de planta rectangular, cubierta con
bóveda de medio cañón dividido en ocho tramos mediante sencillos
arcos fajones que apoyan sobre pilastras. Otro elemento de gran
singularidad e interés histórico es la caja fuerte o arca,
realizada en 1770, de grandes sillares de caliza roja y con doble
puerta, metálica y de madera respectivamente. Se sitúa en el centro
de la Casa del Mayordomo y sirve de único soporte central de la
nueva estructura del piso de la planta alta, realizada ésta en
madera laminada.
Hospital de San Juan de Dios
Dirección: Calle Infante Don Fernando, 67
Del
primitivo Hospital aún se conservan el patio principal, levantado en
la segunda mitad del siglo XVIII y reformado posteriormente en su
galería superior, así como la caja de la escalera. Ésta, que es el
único ejemplo existente en Antequera del tipo "imperial",
debió levantarse a finales del siglo XVIII, repitiendo en su bóveda,
aunque a escala menor, la del convento de Los Remedios, hoy Palacio
Municipal. La
fachada del Hospital, que estaba bastante mutilada, la devolvieron a
su diseño original en 1986, respondiendo al modelo de
"fachada-armazón".
Palacio de los Marqueses de la Peña de los Enamorados
Dirección: Plaza de las Descalzas, 5
Su
construcción corresponde a la segunda mitad del siglo XVI, aunque
debemos advertir que el aspecto general que ahora presenta dista
bastante del que ofreciera en un principio. Ello es debido a las
distintas reformas y añadidos que ha sufrido a lo largo de su
existencia. Presenta al exterior siete ejes de huecos, con rejas en
planta baja y balcones en la principal, rematándose en un ático o
sobrado, que se le añadió modernamente. Las torres siguen el modelo
antequerano. Interiormente se conserva muy poco de la disposición
primitiva, debido al incendio sufrido durante los sucesos de la
última guerra civil. El patio, sólo tiene tres alas columnadas.
Cada una de ellas presenta una danza de cinco arcos de ladrillo sobre
columnas toscanas de caliza roja del Torcal. El segundo cuerpo, se ve
coronado con pretil de celosía de barro.
Palacio Consistorial
Dirección: Calle Infante Don Fernando, 70
El
que hoy es Ayuntamiento o Palacio Municipal fue hasta la
Desamortización convento de Terceros Franciscanos, al cual
pertenecía también la iglesia de los Remedios. Aunque la fachada se
ha rehecho modernamente, aún se conservan en su interior importantes
piezas del antiguo conjunto monástico, como el patio claustral y la
suntuosa caja de la escalera principal.
El
claustro se estaba levantando en 1679. Se trata de un patio
claustral cuadrado de veinticinco metros de lado, de fábrica de
ladrillo excepto las columnas toscanas, que son de caliza roja del
Torcal.Las arquerías del primer cuerpo presentan molduración de
progenie manierista, con ménsulas en las claves y quebrados
triángulos resaltados en las enjutas. El cuerpo superior abre al
exterior siete balcones en cada frente, guarnecidos de pilastras
lisas con orejetas y frontones partidos. En el centro del patio se
alza una bella fuente de mármol.
La
caja de la escalera es la más monumental entre las barrocas
antequeranas. Tiene planta rectangular y desarrolla tres tramos y dos
descansos o rellanos. El pasamanos, el zócalo y el escalonamiento
resultan verdaderamente palaciegos por la riqueza del material
(mármoles pulimentados de distintos colores) y la belleza del
diseño. La pieza se cubre con bóveda de media naranja sobre
pechinas guarnecidas de yeserías. En los extremos dos cuartos de
esfera en forma avenerada completan de cubrir su planta rectangular.
En el año 1845 fue adquirido todo el edificio conventual para ser
dedicado a Palacio Municipal. Se emprendieron entonces importantes
obras de readaptación que afectaron, fundamentalmente, a la fachada
y a diversas dependencias interiores. De entre éstas destaca el
Salón de Sesiones, de carácter decimonónico, decorado con pinturas
al temple en 1890, así como el salón de los Reyes. La fachada
actual, iniciada en 1953, se concibió dentro de un estilo neobarroco
inspirado en modelos locales.
Palacio del Marqués de Villadarias
Dirección: Calle Lucena, 35
Su
monumental portada de tres cuerpos, en caliza roja del Torcal, es,
sin duda, la obra de mayor empeño en su género de las que se
levantaron en Antequera. Se tiene constancia documental de que las
obras del palacio estaban ya iniciadas en el año 1711. El panel
general de fachada, que responde a unas proporciones inhabituales en
la arquitectura palacial antequerana, organiza seis ejes fenestrados
y tres plantas. El elemento que más destaca en ella es la portada,
que responde a un concepto muy barroco en cuanto a su aliento, pero
muy clásica en sus elementos tectónicos.
El
primer cuerpo, que es el único que invade la calle ampliamente,
dispone cuatro columnas toscanas con capiteles ovados, que se sitúan
sobre plintos y en planos verticales distintos, estando fondeadas de
pilatras cajeadas. El entablamento, muy correctamente compuesto,
decora sus metopas con flores de lis y flores planas. Sobre este
primer cuerpo se sitúa el amplísimo balcón. Finalmente, el último
cuerpo de la portada es el que se plantea con una mayor libertad de
composición, rematándose con frontón curvo guarnecido de róleos y
pirámides. El resto de la fachada, salvo la cornisa que recibe el
tejado, fue remodelado en el siglo XIX con escaso acierto. El
interior del palacio es de una magnificencia acorde con la monumental
portada. El patio tiene planta cuadrada y desarrolla, en planta baja,
danzas de arcos de ladrillo sobre doce columnas toscanas de caliza
roja del Torcal. La caja de la escalera, situada en el lateral
izquierdo del cuerpo de casa, tiene planta rectangular y se cubre con
bóveda elíptica sobre pechinas. Las yeserías que decoran esta
cúpula responden a modelos muy del siglo XVII.
Plaza de Toros
Dirección: Paseo María Cristina, s/n
La
Plaza de Toros de Antequera fue inaugurada el 20 de Agosto de 1848.
Dado la precipitación de su ejecución, los tendidos altos se
realizaron de madera, llegando en este estado hasta el año 1980,
momento en el que el Ayuntamiento adquiere el coso taurino. En 1983
se decide proceder a una transformación total, tanto interior como
exterior. Las obras de la fachada comenzaron en el año 1984,
iniciándose con la construcción de una nueva puerta principal de
sombra, siguiendo el modelo de estilo de los alarifes antequeranos
del último tercio del S. XVIII. El resto de la fachada se supeditó
a esta monumental puerta, combinándose la modulación de ladrillo y
paños caleados en blanco.
En
años sucesivos se continuó con la total rehabilitación del
interior del coso, con la reconstrucción de los tendidos, reduciendo
el diámetro del ruedo, así como la total sustitución de las
cubiertas, mediante la disposición de una arquería logiada, de
columnas toscanas de piedra caliza blanca y arcos de medio punto.
Sobre esta arquería y el muro de la fachada, se dispuso una cubierta
a dos aguas de teja árabe antigua. Una vez que han finalizado todas
estas obras, el aspecto actual de la Plaza de Toros de Antequera es
radicalmente diferente al que presentaba en 1848, constituyéndose en
uno de los más bellos cosos de los que se han levantado en todo el
territorio nacional.
Edificio San Luis
Dirección: Alameda de Andalucía, s/n
El proyecto de edificio es de 1878 y su diseño se corresponde a la propuesta del arquitecto Jerónimo Cuervo González. Su presupuesto fue de 102.211 pesetas, subvencionando el estado las obras en 80.000 pesetas. El inmueble se piensa para sede del colegio de segunda enseñanza San Luis Gonzaga. En un primer momento se encarga el proyecto al arquitecto Fernando de la Torriente, que no prosperó. Su obra concluye en 1880. El resultado final, es un edificio con tres fachadas de estilo dentro del historicismo ecléctico, de adscripción neoclásica.
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