Otro aspecto que caracteriza a Antequera y le da una singularidad
propia es el enorme número de edificios religiosos que posee, a
pesar de que algunos de ellos se encuentran cerrados al uso. También
hay que destacar las antiguas iglesias que en su día fueron
desacralizadas, dejando de ser lugares de culto para convertirse en
museos o salas de exposiciones. Las iglesias de Antequera son fieles
exponentes en su mayoría del Renacimiento y el Barroco andaluz.
Puedes consultar los horarios en nuestro apartado "¿Qué
visitar?" dentro de la pestaña "Actividades de ocio"
Fotografías: Ayuntamiento de Antequera, Adrián Sarmiento y Juan Antonio García.
Fotografías: Ayuntamiento de Antequera, Adrián Sarmiento y Juan Antonio García.
Antigua Real Colegiata de Santa María la Mayor
Dirección: Plaza de Santa María la Mayor
La
importancia de este edificio estriba en ser el primero que se
concibió dentro del estilo renacimiento en Andalucía. Es realmente
una obra excepcional por sus proporciones y calidad de su diseño. En
ella coexisten dos diversos criterios de estilo; por una parte
encontramos elementos que nos recuerdan al gótico tardío y por otra
sus trazas y diversos elementos decorativos corresponden ya al nuevo
estilo que surgía en Italia. La construcción la podemos fechar en
los años 1514 – 1550. Se fundó por iniciativa del obispo de
Málaga don Diego Ramírez de Villaescusa.
En
las obras del templo se emplearon numerosos sillares procedentes de
la ciudad romana de Singilia. Las trazas en un principio se hicieron
siguiendo modelos góticos, como podemos observar en la cabecera,
para concluir las obras dentro del más puro estilo renacentista.
El
exterior de Santa María destaca por su grandiosa fachada, sin duda
la más monumental de Antequera. Realizada totalmente en piedra de
sillería, el tracista de esta fachada la articuló en tres calles
separadas por contrafuertes, en cada una de las cuales se abre una
puerta, siendo la central mayor que las laterales. En el ático
encontramos una balaustrada ciega, muy renacentista. Analizado en
detalle cada uno de sus elementos, vemos como quieren responder a un
estilo nuevo, desconectado de lo gótico. Quizás sean los pináculos
cónicos estriados los elementos de mayor rareza.
La
ornamentación de la fachada, se localiza principalmente en los tres
grandes nichos, respondiendo a un diseño decorativo muy
geometrizante, con algunos elementos manieristas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6FTvWOlWiFd9u4mFofhfiHDy1Wp7-2xFNe0GBEQa7Sr7DHHalhqBpx71vCz6Gd15zWCBXqm1XLLvDp8aZoT8rxZX1ISeYqAydRX9ns9GRiGlimXTn-KQ3bNSxqZNFWJ7ZTi1UFGRg2TkC/s200/Colegiata+-+Interior+%25281%2529.jpg)
En
su cubrición es cuando se advierte un mayor alejamiento de las
fórmulas renacentistas. La Capilla Mayor, de planta rectangular, muy
profunda, se cubre con bóvedas de estilo gótico-mudéjar, que
dibujan dos grandes estrellas, de seis y ocho puntas. La claridad y
luminosidad de la capilla se debe a las elegantes ventanas de tipo
florentino, elemento que acentúa notablemente el italianismo de todo
el interior.
El
resto de las capillas de esta Colegiata, abiertas a las naves
laterales e independientes entre sí, responden a tipos y épocas
diferentes.
Especial
atención tienen las tres armaduras mudéjares que cubren las naves,
construidas antes de mediar el siglo XVI. La central es rectangular y
muestra en sus faldones y almizate una compleja decoración de lazo a
base de estrellas de distinto tamaño. Las armaduras de las naves
laterales son ochavadas y siguen en sus programas de diseño esquemas
similares a los empleados en la central.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhnOfn_ZBBPWz_sj25BJEx5qdjck8Rc-wP3o75mHgD_J62z41Tg1EoZZaDGqyII3BuJ2szV481wmn-brdPPgbrpuKRcmBuY9s-HMdH2NYzUp4ub20DU8WaRLonhT2a4UMB5PQ6sEleexSxb/s200/Colegiata+-+Interior+%25282%2529.jpg)
Real Parroquia Colegial de San Sebastián
Dirección: Plaza de San Sebastián
La
Colegiata de San Sebastián es el resultado de numerosos añadidos y
reformas a lo largo del tiempo. Comienza su construcción en el año
1548, dirigiendo las obras el arquitecto Diego de Vergara. El año
1692 fue importante para este templo ya que es el momento en el que
se traslada la Insigne Colegial desde Santa María hasta esta iglesia
de San Sebastíán, con lo cual sufrirá una gran transformación y
embellecimiento.
El
primitivo estilo de la Colegiata es el de un renacimiento todavía
indeciso.En su fachada lo más interesante es su bella portada
renacentista. Presenta tres cuerpos. El inferior se encuadra por
pares de columnas de fuste estriado y capiteles de forma corintia y
composición algo fantástica. Las enjutas del arco de acceso se
decoran con dos clípeos que encierran bustos de Santiago y San
Felipe. El segundo cuerpo presenta balaustres y nichos avenerados de
poca profundidad que ocupan esculturas de San Pedro, San Pablo y San
Sebastián. En el ático campean las armas del emperador Carlos V
insertas en el águila bicéfala.
![]() |
Altar mayor |
Muy
interesante es la torre, comenzada a levantar en el primer cuerpo de
sillería por Ignacio de Urzueta y continuada a partir del año 1701
por el alarife antequerano Andrés Burgueño. Posteriormente, en el
año 1722, Nicolás Mejías sustituyó el chapitel primitivo por otro
que se destruyó en 1926 a causa de un incendio. Dos años después
se realizó el chapitel actual. El elemento que ha permanecido a
pesar de las transformaciones es el Angelote, nombre con el que se
conoce popularmente al ángel custudio que corona la torre y sirve de
veleta. Este faro terrestre presenta una compleja estructuración
arquitectónica en los cuerpos de ladrillo, así como su decoración
general basada en aplicaciones de golpes de barro cocido, modelados,
tallados y distribuidos con acierto y elegancia.
![]() |
Imagen de San Sebastián |
En
el centro de la nave encontramos el coro, con interesante sillería
tallada en madera, procedente del desamortizado convento de San
Agustín, y dos órganos de estilo barroco.
Sobre
las gradas del presbiterio se ubica el tabernáculo de madera dorada,
que se realizó para la capilla mayor de Santa María, templo del que
fue traído cuando se trasladó la Colegiata.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0lfiLuHWpBq88JCDtE5f51fvgl5k1BfYv674YXTaPPlFCuiE_o7Pvw497mv_FjAJVX62fI7Ta74ql0ZzieOYSF4utyh2P0WEkKn25rBZgVRY579uWmcVkxWp5oVEihspMioe0EwN_pims/s200/San+Sebasti%25C3%25A1n+-+Antigua.png)
![]() |
Capilla Sacramental |
En
la nave del Evangelio, junto a la puerta de la sacristía, se
encuentra el sepulcro de Rodrigo de Nárvaez, primer alcaide de la
ciudad. Encontramos también en esta nave la capilla sacramental, presidida por el Cristo de la Misericordia y Ánimas.
En
la nave de la Epístola cabe reseñar una Dolorosa de vestir de fines
del siglo XVIII, posiblemente de Miguel Márquez García.
Cristo del Mayor Dolor |
Gran parte del antiguo y riquísimo tesoro de la Colegiata fue trasladado a esta iglesia y en la actualidad se expone en el Museo Municipal.
Iglesia de Nuestra Señora del Carmen
Dirección: Plaza del Convento del Carmen
Casi
colgada en un escarpe, como vigilando desde su altura el río de la
Villa, se yergue el magnífico templo exconventual de los Carmelitas
Calzados, que hoy sirve de sede a la antigua parroquia de Santa María
la Mayor.
Las
obras de este templo y del desaparecido convento parece ser que
comenzaron en los años finales del siglo XVI.
El
exterior de la iglesia del Carmen, en la zona correspondiente a los
pies y al lateral izquierdo, ofrece en la actualidad un aspecto
bastante descompuesto. Ello se debe a la demolición, en el siglo
XIX, de la casa conventual. Encontramos una sencilla fachada, cuyo
elemento más significativo es su portada manierista. Esta se compone
de un arco de medio punto, jalonado de dos medias columnas toscanas
sobre plintos, coronándose todo el frontón curvo y partido, que
aparece centrado con un escudo del Carmelo. A mano derecha de esta
portada se sitúa una pequeña espadaña, de un solo hueco, único
resto del campanario tras la demolición, en 1883, de la llamada
torre del Gallo.
El
conjunto de la planta de esta iglesia sigue, con algunas variantes,
el modelo de iglesia morisca granadina, de una sola nave, capilla
mayor espacialmente muy definida y capillas laterales totalmente
independientes entre sí. Además, en el siglo XVIII, se añadió, a
los pies de la iglesia, la nave de la Cofradía de la Soledad,
concebida como una capilla más.
El
importante artesonado mudéjar que cubre todo el espacio de la nave,
terminado en 1614, es de tipo rectangular y sin tirantes de madera,
lo que permite, lógicamente, una mayor visibilidad. Su decoración
de lazo, está totalmente decorada por un enjambre de lacerías, que
sólo se ven interrumpidas por tres piñas de mocárabes.
La
capilla mayor, se configura en su espacio interior como un gran
prisma rectangular coronado de media esfera. Pero lo que acentúa la
majestuosidad de esta capilla mayor son sus tres enormes retablos,
muy particularmente el central o mayor, construido en los años
anteriores a 1747. Este presenta unas proporciones dilatadísimas y
se considera, por su belleza y significación, como uno de los más
interesantes ejemplos de la retablística barroca andaluza del siglo
XVIII. Su complicada articulación de estípites, cornisas,
hornacinas, cortinajes simulados…, todo ello trazado con
quebradísimos perfiles mixtilíneos, que se curvan e inflexionan en
un juego interminable, nos produce un primer impacto de ofuscación.
Esta
enorme máquina se concibió como un himno carmelitano, en el que los
santos y santas relacionados con la orden se ven acompañados de toda
una corte de ángeles adolescentes y pequeños, que ya tocan
instrumentos musicales, ya sostienen cartelas o guirnaldas, o
simplemente, juntan las manos en gráciles actitudes, que parecen
tocar palmas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGliLo3ZAtjFzIeC9A841Sr8qELBCGnhMizHFN4-xFq7s6LtS40RGZwaFpm_jT6ix0iv_rUOyJS7CuY7vycTO5u-9YY8RtNqrtEQA_CBf3uxvrq4Y7EiU_zl9c4c7wX11tD4lv00E4vNls/s200/Carmen+-+Penas.png)
En
el arco toral de la capilla mayor está situado el púlpito de madera
dorada y policromada. Esta pieza, que es obra firmada de Miguel
Márquez García, se hizo en 1799 y en su barroquismo de líneas y
espíritu armoniza perfectamente con los retablos descritos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjj59h5OzSdFg-KNpqdKYwgXqy76m8COWtl3BJ7ShWqrQOAHlSBKyiEepspxJW7DPtIzOiOcpNNnlQUiY7ef5LO4yaXLwYgYpF3C_1-_ltQr7t3R5A9PMOjtjEbO7rUliGySoTXG_TbJ0Qp/s200/Carmen+-+Soledad.png)
La
capilla tiene planta rectangular y se cubre con bóvedas de medio
cañón rebajado y divide en cuatro tramos mediante arcos fajones. El
retablo principal, ocupa en su hornacina central, a manera de
reducidísimo camarín, la imagen de la Virgen de la Soledad.
Encontramos también aquí una talla anónima de Cristo Yacente.
Ocupando
una moderna hornacina, situada en el arco de acceso a la capilla, se
expone con cierto sentido museístico la primitiva imagen de la
Virgen del Socorro, realizada a finales del siglo XV y regalada por
los Reyes Católicos a la iglesia-mezquita de San Salvador.
Técnicamente está realizada en pasta de cartón y montada sobre una
estructura de madera, conservando la policromía primitiva en parte.
Santuario de Nuestra Señora de los Remedios
Dirección: Calle Infante Don Fernando
La
primera fundación en Antequera de los Franciscanos Terceros fue en
el año 1519, en un lugar conocido como las Suertes. Allí empezó a
ser muy venerada la pequeña imagen de la Virgen de los Remedios que
fue nombrada Patrona de la ciudad en 1546. A consecuencia de lo
alejado del emplazamiento del monasterio y al aumento del culto hacia
la escultura, los frailes se animaron a trasladarse a Antequera en al
año 1607.
La
obras de la actual Iglesia de los Remedios se iniciaron en el año
1628, siendo dirigidas por los maestros Gonzalo Yáñez y Fernado de
Oviedo. Al primero le debemos la construcción de los muros del
templo hasta la altura del tejado. Fernado de Oviedo se encargó de
la molduración arquitectónica interior así como de las cubiertas.
La
fachada presenta una disposición original, estando precedida de una
tapia que cierra el compás con un claro carácter manierista La
portada propiamente dicha es bastante sencilla, destacando en ella
una logia o pórtico, cuyo tejadillo apoya en columnas toscanas,
mediante tres arcos de medio punto. La bellísima espadaña, que está
realizada totalmente en piedra, fue levantada por el maestro cantero
Pedro de Arévalo.
La
planta de la Iglesia es de cruz latina, con naves y capillas
laterales, presentando cabecera plana. La nave central, más alta que
las laterales, se cubre con bóveda de medio cañón, dividida en
cinco tramos. La cúpula del crucero es de media naranja rematada en
cupulino.
Las
pinturas al temple cubren todo el templo. Los temas iconográficos
del crucero hacen referencia a pasajes de la Vida de la Virgen, San
Antonio y de San José. El retablo mayor de esta Iglesia, uno de los
más bellos de los existentes en Antequera, construido en el primer
tercio del siglo XVIII, es obra del estuquista y entallador
antequerano Antonio Rivera. Su esquema compositivo participa del
habitual de José de Churriguera.
Detrás
del retablo se sitúa el magnífico camarín de la Virgen de los
Remedios (patrona de Antequera), realizado entre los años 1700 y 1707. Su planta es
hexagonal y se cubre con bóveda semiesférica sobre pechinas,
rematando el conjunto un cupulino. Este espacio está profusamente
decorado con yeserías. Centrando el recinto se encuentra el templete
coronado o trono de la Virgen.
La
escultura de la Patrona es obra de principios del siglo XVI, aunque
fue objeto de una profunda transformación en el año 1816 por el
escultor antequerano Miguel Márquez García. Coronada en 1922, es
Alcaldesa Perpetua de la ciudad.
En
los retablos colaterales del crucero, se pueden ver las esculturas de
San José y San Antonio, obras de Andrés de Carvajal. Otra obra muy
interesante de este autor es el grupo escultórico de la Virgen de
los Ángeles, que se encuentra en el retablo frontero a la puerta de
la sacristía.
Entre
las capillas de la nave del Evangelio merece destacar el camarín
rococó que ocupa la Virgen del Tránsito. En la nave de la epístola
interesa detenerse en el Cristo de las Suertes, obra del siglo XVI.
También, en el gran lienzo que reproduce la escena de La entrega de
la Virgen de los Remedios a fray Martín de las Cruces por el apóstol
Santiago.
Iglesia de San Juan de Dios
Dirección: Calle Infante Don Fernando
Cuando
la orden de los Padres Hospitalarios de San Juan de Dios llega a
Antequera, en la segunda mitad del siglo XVII, se inician las obras
de la iglesia que lleva su nombre y que se prolongarían hasta
finales del XVIII.
La
fachada de San Juan de Dios se compone de un rectángulo flanqueado
de dos grandes pilastras toscanas y entablamento, sobre el que se
sitúa la espadaña. Todo ello se realizó en piedra arenisca
procedente de las ruinas de la ciudad romana de Singilia Barba, en
las inmediaciones de lo que hoy es Antequera, con excepción de la
portada que es de caliza roja del paraje natural de El Torcal.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhtQ1Ukhx5N7Me2fBt8KN3WLV-NUuzOwdbNwEeZxTkyPKuMrA7luD_PqEzUfbyRL__k6mVrjkjKhhF6TTrZnhrsZJV6ny4tVZge6VYe9bYxORFtp1h8Fy-YNUNDEJ73oG72ER3VMZKsP769/s200/San+Juan+de+Dios+-+Titular.png)
El
retablo mayor cuenta con una bella escultura de la Inmaculada,
situada en la hornacina central, acompañada en los laterales de las
imágenes de San Joaquín y Santa Ana.
Esta
iglesia también reúne un amplio conjunto pictórico, cuya temática
responde en su mayoría a pasajes de la Vida de San Juan de Dios.
Iglesia del Antiguo Convento de San Agustín
Dirección: Calle Infante Don Fernando
San
Agustín se construyó en su estructura general entre los años 1550
y 1566, dirigiendo las obras el arquitecto Diego de Vergara.
La
disposición de su fachada en el exterior es muy singular.La portada
ofrece una composición manierista, destacando un volado balcón que
concede cierto aire civil al edificio. La torre, embutida entre dos
contrafuertes, presenta dos momentos constructivos: tres cuerpos
bajos ejecutados entre 1675 y 1676 y el resto que corresponde al
siglo XVIII.
A
la nave central se abren en el lado del evangelio unas capillas que
son interesantes en cuanto a sus cubiertas y a los elementos
arquitectónicos que les dan acceso. En su interior guardan
retablitos de distintas facturas, al igual que lienzos de pequeño
formato.
En su interior encontramos las imágenes de Jesús a su Entrada en Jerusalén, Jesús Orando en el Huerto y la Virgen de Consolación y Esperanza, pertenecientes a la cofradía conocida como "La Pollinica". Cabe destacar también la presencia de un Cristo Yacente y la Dolorosa de las Angustias, titulares de una extinta hermandad.
En su interior encontramos las imágenes de Jesús a su Entrada en Jerusalén, Jesús Orando en el Huerto y la Virgen de Consolación y Esperanza, pertenecientes a la cofradía conocida como "La Pollinica". Cabe destacar también la presencia de un Cristo Yacente y la Dolorosa de las Angustias, titulares de una extinta hermandad.
Parroquia de San Pedro
Dirección: Calle San Pedro
La
primitiva iglesia de San Pedro se construyó en el año 1522. Pronto
este templo quedó pequeño comenzando de nuevo las obras en el año
1574 aunque, dada la escasez de medios y lo ambicioso de la obra, se
prolongó durante bastante tiempo. Nada sabemos de su proyectista
inicial, aunque en los años 1627 y 1636 las obras fueron dirigidas
por el arquitecto de la Catedral de Málaga, Pedro Díaz de Palacios.
Este
gran templo hay que insertarlo en el grupo de iglesias que en
Antequera se han calificado, como iglesias columnarias renacentistas.
Sin embargo éste en relación con los otros dos, Santa María y San
Juan, se cubre con bóveda de crucería gótica y no con armaduras
mudéjares como los anteriores. El salón de columnas de San Pedro
resulta de gran magnitud, pero pobre en decoración. Las naves
presentan seis tramos, con bastante menor altura en los dos primeros
tramos de las laterales. Los apoyos internos son pilares de planta
quebrada y altísimas columnas de fuste liso, respondiendo a un
modelo más gótico que renacentista. Las bóvedas de crucería de
gran sencillez, están decoradas con yeserías de estilo barroco en
la cabecera de la nave del Evangelio.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUm8mipPZUXVePIW0G4F4YAkokqGCJ5Gzsb5m28dvmIiPFZyEWDy4FxzINVKhh2y91OzdenXNAFA-Vu1IQPcR7Owgf1fOD77pksRhamXD4tG6AXsk_IWIh4VxRl5pHaWJg9D0TaXx_j7jW/s200/San+Pedro+-+Altar+mayor.jpg)
El cimborrio o baldaquino que aparece superpuesto de manera un tanto arbitraria sobre este retablo, procedía de la capilla mayor de Santa María y debió trasladarse en torno a finales del siglo XVIII. Bajo él, se hizo un pequeño retablo con columnas corintias sobre las que voltea un entablamento denticulado en forma de medio punto.
Entre
las obras de arte que encontramos repartidas por la iglesia
destacaremos varias casi todas correspondientes al siglo XVIII. En la
nave del Evangelio, a sus pies, encontramos un interesante lienzo de
la Virgen del Silencio. También en esta nave encontramos la capilla
de Nuestra Señora del Consuelo, cuyo arco se decora con una
enmarcadura arquitectónica de yeserías policromadas. La imagen de
la Virgen del Consuelo es una dolorosa de vestir del siglo XVIII. La
cabecera de la nave está ocupada por un aparatoso retablo de la
primera mitad del siglo XVIII; en él encontramos varias esculturas
interesantes, como son un San Antonio y un San Francisco Javier del
siglo XVII. La hornacina central la ocupa una Inmaculada de tamaño
menor del natural de estilo rococó.
Junto
a la puerta de la sacristía, ya en la nave de la Epístola, hay un
retablito de fines del siglo XVIII, con un interesante Niño Jesús
Pasionario, de tamaño menor del natural. En este mismo testero,
encontramos un lienzo de escuela sevillana, que representa a Cristo
difunto rodeado de ángeles jóvenes. El siguiente retablo es el de
la Virgen de los Afligidos, retablo de madera dorada y composición
muy sencilla.
Antes
de llegar a la capilla bautismal encontramos la importante escultura
del Cristo de las Penas, crucificado del siglo XVII de muy elaborada
anatomía, que presenta la particularidad de tener los brazos casi
verticales, según proponían los jansenistas. Ya en la capilla
bautismal hay poco que reseñar a no ser un lienzo del Bautismo de
Cristo de cierta calidad y la propia pila bautismal, realizada en
piedra caliza roja de El Torcal y fechada en el siglo XVI.
La
sacristía es de planta rectangular y se cubre con bóveda de medio
cañón, dividida en tres tramos por arcos fajones. Son interesantes
las pinturas en grisalla que aparecen sobre los medios puntos. Como
piezas interesantes de este espacio encontramos la mesa central y el
aguamanil, realizados en caliza roja de El Torcal.
Basílica del Dulce Nombre de Jesús y Nuestra Señora de la Paz (Antiguo Convento de Santo Domingo)
Dirección: Plazuela de Santo Domingo
La
instalación de los Dominicos en Antequera data del año 1586, aunque
de manera provisional se asentaron en la antigua casa de la Cofradía
de Niños Expositos de Nuestra Señora de la Concepción. Ya en el
primer cuarto del siglo XVII comienzan las obras de la actual
iglesia. De aquella época conservamos la portada principal, la
armadura mudéjar de la nave central y el artesonado del soto-coro.
El
exterior resulta en la actualidad de una gran sencillez. La portada
de estilo manierista, presenta pilastras almohadilladas, al igual que
el dovelaje del arco. El segundo cuerpo lo forma una hornacina
bellamente guarnecida en la que está colocada la imagen en piedra de
la Concepción, titular del templo. A ambos lados se disponen
cartelas con escudos de la orden dominicana. El coronamiento de la
fachada estuvo formado hasta finales del siglo XIX por un falso
hastial mixtilíneo, centrado por un escudo de la orden.
Para
dar comunicación directa con la nave de la Epístola, la Cofradía
del Rosario colocó una portadita de mármoles granadinos, fechada en
el último tercio del siglo XVIII.
Con
idéntica función se labró la portada de la capilla del Dulce
Nombre de Jesús, que se dispone en ángulo recto a la fachada
principal. Su construcción puede fecharse hacia el año
1720.Actualmente esta capilla se encuentra cerrada al público por
encontrarse en estado ruinoso.
El
interior del templo es el resultado de múltiples transformaciones y
añadidos del siglo XIX. La armadura mudéjar que cubre la nave
central es un ejemplar bastante singular, pues presenta una vistosa
policromía en blanco, rojo, azul y oro.
La
capilla mayor, con bóveda de media naranja, se configura como un
ámbito espacial muy definido, dilatándose hacia el presbiterio, que
se cubre con cuarto de esfera. Todo ello fue decorado al temple en el
siglo XIX. El retablo mayor, del siglo XVIII, es una máquina dorada
en la que predomina el estípite como elemento de soporte y
decoración. Lo preside Nuestra Señora de la Paz. Los interestípites laterales se enriquecen con las
imágenes de San Francisco y Santo Domingo, atribuidos al escultor
Andrés de Carvajal.
Del
florón principal situado en la clave de la cúpula de esta capilla
mayor pende un monumental farol de hojalata y cristal, perteneciente
antaño a la famosa "farolera" del Rosario, que actualmente
se encuentra en la Colegiata de Santa María, en proceso de
restauración.
La
nave de la Epístola, de altura muy inferior a la central, presenta
cuatro tramos cubiertos con bóvedas de arista. En el primero desde
la cabecera esta colocado un retablo del siglo XVIII, cuya hornacina
central aparece ocupada por la imagen de vestir de Santo Domingo; en
repisas laterales, buenas esculturas de Santa Rosa de Lima y Santo
Tomás de Aquino. La siguiente capilla no ofrece ningún interés,
salvo el pequeño camarín donde se encuentra la imagen de vestir de
la Virgen de la Salud.
En
la siguiente capilla se encuentra la imagen de Nuestra Señora del
Rosario, de masiva devoción en Antequera durante los siglos XVII al
XIX.Los pilares del arco de acceso de la capilla a la nave central
están recubiertos de madera con profusión de golpes de talla,
espejitos e interesantes relieves de San José y San Rafael
realizados por Andrés de Carvajal. El rico patrimonio artístico que
posee esta imagen se conserva en parte en el Museo Municipal. El
retablo se reduce a un gran marco dorado, debido a la dilatada
embocadura del camarin. La puerta del sagrario, de plata repujada y
cincelada, probable obra de José Ruiz, representa la apoteosis de
Santo Tomás de Aquino, y está considerada como una de las piezas
más bellas de la orfebrería barroca antequerana. El suntuoso
camarín, construido antes de 1717, fue bastante reformado en el
último tercio del siglo XVIII, cuando se le añadió el zócalo de
ágata con símbolos marianos en piedra blanca. Señalemos la
presencia de dos marcos con espejos, donados en 1753. La escultura de
la Virgen del Rosario, realizada por Juan Vázquez de Vega en 1587,
aparece colocada sobre un templete de madera dorada.
En
cuanto al capítulo pictórico, e independientemente de la decoración
de muros y bóvedas, realizada en el siglo XIX y muy retocada
posteriormente, señalaremos especialmente el cuadro de "La
Epidemia", exvoto monumental dedicado a la Virgen del Rosario,
que muestra el apocalíptico aspecto de la ciudad durante los días
de la epidemia de peste del año 1679.
Por
último, entre los enseres procesionales que integran el patrimonio
de la cofradía del Dulce Nombre de Jesús, destacar el palio de la
Virgen de la Paz, la peana procesional tallada en 1682 por Antonio
del Castillo y dorada por Manuel de Borja, la cruz de plata que porta
el Nazareno, realizada en el último cuarto del siglo XVII y la peana
procesional del Dulce Nombre, recubierta de aplicaciones de plata
dorada.
Parroquia de la Santísima Trinidad (Padres Trinitarios)
Dirección: Plazuela Jesús del Rescate
La
orden de Trinitarios Descalzos fundó convento en Antequera el dos de
Agosto de 1637. El actual templo fue levantado entre los años 1672 y
1683, debiéndose las trazas al fraile arquitecto de la misma orden,
fray Pedro del Espíritu Santo. El modelo de iglesia que se sigue es
el que deriva de la Encarnación de Madrid, obra de Juan Gómez de
Mora.
La
fachada es un rectángulo enmarcado por dos pilastras lisas y
coronado por un frontón triangular, articulándose el panel central
en tres zonas horizontales y tres calles. A ambos lados del cuerpo
principal de la fachada se abren dos amplios aletones. La espadaña
es de ladrillo y se encuentra ubicada en el lado izquierdo, tiene
tres huecos y debe ser de ejecución más tardía.
El
interior resulta amplio, tiene planta de cruz latina, cúpula en el
crucero y capillas laterales comunicadas, formando naves. A los pies
se sitúa el coro.
En
1935, como consecuencia de un incendio, se destruyó totalmente el
retablo mayor. También desaparecieron en el incendio las imágenes
que ocupaban los nichos y el camarín. Esto hizo que la iglesia
perdiera parte de su carácter, pues el retablo actual no tiene mucho
interés.
Las
naves laterales no se vieron afectadas. En la del Evangelio, que
tiene cupulitas del siglo XVIII, destaca el retablo situado a los
pies del templo. Este está dedicado a la Virgen de la Piedad,
Dolorosa de vestir del siglo XVIII, que ha sufrido numerosas
restauraciones. La nave de la epístola, se cubre con bóvedas
semiesféricas. El primer retablo más cercano al crucero es de
estilo rococó y está dedicado al beato Juan Bautista de la
Concepción, imagen de tamaño menor al natural y realizada en 1818
por Miguel Márquez García. La siguiente capilla se decora con un
retablo de estilo rococó y su hornacina la ocupa la imagen de San
Miguel de los Santos, obra de Andrés de Carvajal. A continuación
nos encontramos con la capilla de San José con escultura muy floja.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAklAFIfKqW0-zBfm_Rl4iA4Bu4XtTyTMjEZ8VKHGKdIi4AurZI3vTTv9aZKazNz5felzhMYoTvj33K6uIAqNCVCcF4g6q_NK5OsZCES7G6HsZgYDCRr8Piqi0S21s6Dj3W-qiDf-ETPGO/s200/Trinidad+-+Rescate.jpg)
Pieza
arquitectónica de fundamental importancia es la sacristía, obra del
arquitecto Cristóbal García. Tiene planta rectangular y bóveda de
complicada estructura, que se divide en varios tramos mediante arcos
fajones trilobulados. La decoración añadida adquiere mayor
importancia, sobre todo en las placas recortadas de apeo de los
arcos, que en sus quebrados perfiles y ornamentación de cordones y
borlas nos sugiere una idéntica inspiración oriental a la que
diversos críticos han querido ver en la iglesia de las Agustinas de
la ciudad.
Iglesia de San Francisco (Antiguo Real Monasterio de San Zoilo)
Dirección: Plazuela de San Zoilo
Los
Reyes Católicos, por Real Cédula dada en Granada el 18 de
Septiembre de 1500, concedían licencia a la ciudad para ceder
terreno a los Franciscanos Observantes, para fundar monasterio y
huerta.
La
iglesia, planteada dentro del estilo gótico tardío o Reyes
Católicos, responde al esquema de templo franciscanista de la época,
de nave cubierta con armadura de madera y capilla mayor con bóveda
de crucería, aunque todo ello muy modificado con magníficas
yeserías en el período manierista. La planta de la iglesia es
irregular. En la nave del Evangelio, que tiene mayor desarrollo,
presenta siete tramos, mientras la de la Epístola sólo tiene dos.
De la primitiva obra gótica se conservan todavía algunas bóvedas
en las naves laterales y la grande de la capilla mayor, así como la
portada de la iglesia. Esta última es un ejemplo interesantísimo,
realizado en piedra arenisca, que se compone de arco carpanel con
arquivoltas, y finas columnillas en disminución de grosor hacia la
luz de la puerta, todo ello decorado con el cordón franciscano
anudado.
A
una época posterior a la fundación del monasterio pertenecen la
tapia almenada del compás, con portada de fines del siglo XVI y las
dos espadañas. La mayor de ellas fue costeada en parte por la ciudad
en 1599; la otra, que es la de la capilla de la Sangre y Vera-Cruz,
se construyó ya avanzado el siglo XVIII.
En
el interior del templo destaca, como elemento importante de
cubrición, la armadura mudéjar de la nave central, en la que el
habitual lazo se sustituye por una vistosa decoración polícroma,
hoy bastante deteriorada. Un gran arco toral apuntado, en cuya clave
se añadió una enorme y extraña cabeza, sostiene una cartela de
formas protobarrocas, que da paso a la capilla mayor. En ésta,
destaca su bóveda de crucería, redecorada con yeserías.
A
ambos lados del retablo mayor, en el presbiterio, cuelgan dos buenas
copias de originales de Rubens.
A
los pies de la nave el Evangelio se encuentra la capilla de la
antigua Cofradía de Flagelantes de la Sangre y Santa Vera-Cruz,
recientemente restaurada. Destacan en ella la gran bóveda estrellada
de crucería y el camarín barroco del Nazareno de la Sangre,
construido en 1720 y posteriormente reformado. La imagen del Nazareno
fue allada por Diego de Vega hacia 1580. El Santo Cristo Verde es
obra de Jerónimo Quijano.
En
el aspecto pictórico destacan dos interesantes lienzos, que
encontramos antes de llegar al cancel: El Martirio de San Andrés y
Los Mártires del Japón, muy curioso este último por su temática
poco común.
Iglesia de Santa María de Jesús
Dirección: Plaza del Portichuelo
Esta
iglesia, cuyas obras comenzaron en 1527 y se prolongaron hasta 1615,
perteneció en su fundación a un convento de los Terceros
Franciscanos y, desde entonces hasta la fecha presente, ha sido
objeto de numerosas reformas.
De
la iglesia que contemplamos en la actualidad, la parte más
interesante es la capilla mayor, dedicada a la Virgen del Socorro,
cuyo camarín (siglo XVIII) es de gran belleza, decorado con yeserías
de una riqueza poco común.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwKqg7JBX951jIRjzeoqAY9sVQwvqiDtc_IKWEm1Nta_oNtytiLdfFkqcSkqBJvDh2eHvUo-OdnqUOf9Veh6wIa5fxWbpTLGk4A9auaJgIrIzeuI629yNMicvT4I_22_wyLVxOJiVFsxLI/s200/Jes%25C3%25BAs+-+Santa+Mar%25C3%25ADa+de+Jes%25C3%25BAs.png)
Al
hablar de este templo también hay que mencionar a la Real
e Ilustre Archicofradía de la Santa Cruz en Jerusalén y Nuestra
Señora del Socorro,
propietaria y conservadora de todo el edificio en la actualidad. Esta
Cofradía posee buena parte del antiguo y riquísimo patrimonio de
enseres procesionales, muchos de los cuales se lucen en la noche del
Viernes Santo, y están expuestos en la sala dedicada a esta Cofradía
en el Museo
Municipal.
Convento de Nuestra Señora de Belén (Hermanas Clarisas)
Dirección: Calle Belén
Este
convento perteneció a los Carmelitas Descalzos hasta el siglo XIX,
en el que pasó a ser ocupado por las Religiosas Clarisas, quienes
todavía residen en él como monjas de clausura y se dedican a
algunas labores artesanales, entre ellas la elaboración de
mantecados y dulces en general.
Este
templo que hoy podemos admirar se estaba construyendo ya en 1628 por
el portugués Gonzalo
Yáñez,
y tiene una sobria fachada, labrada en piedra y ladrillo combinados.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg6r0YM4dL10eeGGoo4cvargxS71JSosWkOzM7mJeCSZnVIB5MVObUNWWHVeYUhNoP6YblnESjNuyG-vDmJ956989zmA4w1ZqHtHUBB29NHQpr6IIb5cv3RFcjdNE2vDRgc2y5lFEkzr0VH/s200/Bel%25C3%25A9n+-+Dolores.png)
La
capilla mayor -cerrada en 1959 con una verja de madera, inspirada en
el coro de San
Sebastián-
se decora de manera bastante singular. En su retablo se hallan,
colocadas en repisas, cuatro imágenes de interés: un San Miguel
Arcángel, de aire italiano; una Santa Clara; un San Juan de la Cruz,
del estilo de Mena;
y finalmente, la interesantísima escultura de San Bruno, muy
parecida a la que hay en el Sancta Santorum de la Cartuja granadina,
obra de José
de Mora.
Coronando
el testero de esta capilla mayor hay un enorme lienzo de La adoración
de los pastores, de mediados del XVII, atribuido en algunas
publicaciones a Murillo,
pero que es en realidad del hermano Fray
Domingo,
religioso descalzo del que nada se sabe. Entre las restantes pinturas
de la iglesia, hay algunos cuadros singulares por la temática que
abordan o por los elementos decorativos que presentan.
Parroquia de San Juan Bautista
Dirección: Cuesta Real
Esta
iglesia de San Juan que fue terminada en el año 1584 y debe ser del
mismo arquitecto que trazó el Templete del Papabellotas. En su
aspecto exterior sólo merecen destacarse la portada de los pies y
las de las naves laterales. Sin embargo la elevación del terreno
incide de forma negativa en el aspecto exterior del monumento, ya que
las portadas quedan semienterradas.
El
interior resulta verdaderamente solemne. Su planta, de tipo basilical
como todas las iglesias columnarias antequeranas, sigue el modelo de
la Colegiata. En San Juan nos encontramos ante un imponente salón,
en el que las tres naves quedan divididas por grandes columnas de
orden toscano, sobre las que se apoyan una danza de tres arcos de
medio punto a cada lado. La nave central se cubre con armadura de
madera de estilo híbrido entre lo mujéjar y lo renacentista; es de
planta ochavada y no lleva decoración de lazo. Las armaduras
laterales son de colgadizo y sin mayor interés.
En
la capilla mayor, poco profunda y precedida de pilastras toscanas y
arco triunfal de medio punto, podemos admirar un bello retablo de
estilo manierista, realizado en 1649 por el maestro Toribio Sánchez
Calvo. Se trata de una traza muy sencilla y elegante, ideada para
enmarcar una serie de composiciones pictóricas de gran tamaño y
diversa procedencia.
Entre
los retablos que decoran las naves laterales destacan de forma
particular las dos enormes composiciones pictóricas de Antonio
Mohedano. Se trata de dos obras de considerable empeño, pero debemos
lamentar en ellas torpes repintes añadidos en distintas épocas;
son: La Adoración de los pastores y La Inmaculada rodeada de santos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgw56j5dYL8dQrRQttUNj9QrultywDzbjFTvy_HnOKILp8lktoqztjBZrs2OosXdvrKMej2v7VdTLN-4UI-AuFGFWVOG6DWpjlPd1oMqXm4gfIku3sONF1FX6RbLe2EjujleXQtv1JSlQYC/s200/San+Juan+-+Salud+y+Aguas.png)
En
esta capilla de Animas hay dos retablos colaterales del siglo XVIII,
con esculturas de la Virgen del Rosario y de San José. El retablo
principal de la capilla, fechado en 1785, parece que fue realizado
por Antonio Palomo.
Destacan también, de menor envergadura, la capilla de Jesús Nazareno y la Dolorosa, y la de la Virgen del Rosario. No debemos omitir la reseña de la balaustrada de madera del coro y de la caja del órgano, de estilo manierista.
Destacan también, de menor envergadura, la capilla de Jesús Nazareno y la Dolorosa, y la de la Virgen del Rosario. No debemos omitir la reseña de la balaustrada de madera del coro y de la caja del órgano, de estilo manierista.
Convento de Santa Eufemia (Hermanas Mínimas)
Dirección: Plaza de Santiago
Se
fundó este monasterio de Religiosas Mínimas, consagrado a Santa
Eufemia, copatrona de la ciudad, en el año 1601. La actual iglesia
se levantó entre los años 1739 y 1763, trazada y comenzada por el
maestro Cristóbal García.
Exteriormente
presenta un gracioso juego de volúmenes y tejados. Su planta
octogonal tiene un gran desarrollo en altura, quedando oculta en sus
cuerpos bajos de fachada, debido a los volúmenes adosados. En su
exterior destacan como notas singularizadoras la espadaña y el
camarín suspendido de la Santa titular.
Su
interior se configura como un gran espacio unitario y central, en
donde la capilla y los coros alto y bajo en un mismo eje no logran
romper. El alzado presenta un orden gigante de pilastras y cornisas
de gran vuelo que se mezclan con elementos del dórico y del jónico.
Los entrepaños cóncavos alternando con arcos de medio punto y
escarzanos, provocan una articulación de líneas barrocas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjMO-PueGgiVPhgKQmlsPqHEPckTClhJz6qA1etbpfDzKErNGGdKaBqyKzkavAi1ycMh0eHHkB5OProc2QQHVGoLzezgXtYHR08E5f6F9Xxbpgl-gXSxWl_Ibr3viz2PyPROQQ1jGve35WJ/s200/Santa+Eufemia+-+Titular.png)
Frontero al cancel de la calle, encontramos el bello retablo de la Virgen de los Dolores, de traza muy movida y estilo rococó. La imagen es una bella dolorosa de vestir del año 1745 y de procedencia sevillana.
A un lado y otro de la capilla mayor hay dos retablos de nulo interés, en los que encontramos las imágenes de San Francisco de Paula del siglo XVII, y la Virgen del Rosario. Debajo de ambas esculturas, en pequeñas hornacinas, encontramos un diminuto San José del siglo XVIII, y un San Juan Bautizando de barro policromado.
Convento de San José (Hermanas Carmelitas Descalzas)
Dirección: Plaza de las Descalzas
Fundan
las Carmelitas Descalzas de Santa Teresa casa y convento en Antequera
en el año 1632, aunque la actual iglesia se levantó entre los años
1707 y 1734.
Del
conjunto del exterior destacan la portadita de regla del tiempo de la
fundación y por supuesto la maravillosa fachada barroca de la
iglesia, atribuida a Tomás de Melgarejo. Esta fachada responde al
esquema compositivo carmelitano, aunque resulta también de un
notable paganismo en sus programas iconográficos poco acorde con el
espíritu y la regla la Orden. El esquema de la portada recuerda el
tipo castellano, una composición rectangular, coronada de frontón
triangular, en cuyo paño principal se desarrolla la portada
propiamente dicha, estructurada en dos cuerpos. Esta está realizada
en ladrillo magníficamente labrado y tallado, con numerosas
aplicaciones de barro cocido en las que se representa un confuso
programa decorativo greco romano de sirenas, tritones, pegasos y
mascarones.
La
planta de la iglesia es de cruz latina, de una sola nave y con los
brazos del crucero poco profundos.
El
retablo mayor, de tres calles y rematado en medio punto, utiliza
profusamente el estípite como elemento articulador, repitiendo el
programa de santos carmelitas que veremos en la iglesia del Carmen. Está presidido por la efigie de San José.
Los demás retablos que decoran la iglesia deben ser de la misma
época. Son muy interesantes las esculturas de los retablos
colaterales del crucero, las de Santa Teresa Doctora de la Iglesia y
San José, obra de comienzos del siglo XVIII, que sufrió un grave
deterioro a consecuencia de una chispa, teniéndosele que sustituir
la cabeza por Andrés de Carvajal. En un retablo de estilo rococó
encontramos una bella imagen de la Virgen del Tránsito. En el
aspecto escultórico destacar también los ángeles lampadarios del
presbiterio, probablemente obra de Miguel Márquez.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcWH_Ve5iaKiVLjl5tLFQYd2z65Y-mziRONyVtH9ceBsMf-VhadlLaXf13BWa1KR_3tP48sn4rKXe-DxHFyOB-q-3LVp-HGBwrx3AgZ5ipwEEWU6T5B7QCWN7biTlvPDgeSB7hTVrZpfw5/s200/Carmelitas+-+Carmen.png)
Las
pinturas que decoran este interior son de notable interés,
destacando una magnífica tela de Pedro Atanasio Bocanegra, La Virgen
con el Niño adorados por San Miguel, San Gabriel, San Ildefonso y
Santa Catalina. Otros lienzos importantes son las Perspectivas
arquitectónicas, y una bella Guadalupana del mejicano Antonio de
Torres. En clausura cuenta el Convento con una importante colección
de obras de arte entre las que podemos destacar una Virgen de Belén
del siglo XVIII y un San José y una Inmaculada del escultor
napolitano Nicolás Fumo.
En
la actualidad la comunidad de religiosas se afana por concluir las
obras del museo, que mostrará algunas dependencias del Convento y
las importantes obras pictóricas, escultóricas y de platería que
se guardan en la clausura.
Convento de Nuestra Señora de la Victoria (Hermanas Franciscanas de los Sagrados Corazones) y Capilla de la Beata Madre Carmen del Niño Jesús
Dirección: Carrera de Madre Carmen
Perteneció
este edificio a los frailes Mínimos de San Francisco de Paula, que
lo abandonaron tras la Desamortización, ocupando en la actualidad el
conjunto la Congregación de Religiosas Terciarias, fundada por la
antequerana Madre Carmen del Niño Jesús.
El
templo actual se realizó entre los años 1712 y 1718. La iglesia es
interesantísima en su disposición de planta y alzado. Su fachada
está realizada en piedra de sillería y se organiza en tres ejes
divididos por un orden gigante de pilastras compuestas y coronado de
un entablamento de fuerte clarooscuro. Sobre el ático se sobrepone a
mediados del siglo XVIII una espadaña de ladrillo. La nota más
característica de esta fachada es su volado balcón central y los
laterales que le dan un aspecto de edificio civil. Muy curioso
resulta también el pinjante que cuelga en el centro del doble arco
de acceso a la iglesia.
Su
interior es muy interesante, presentando un modelo de planta central
muy elaborado. La nave es un octógono de lados desiguales,
conformando un espacio alargado y articulándose en una capilla mayor
de planta hexagonal. La estructura espacial resulta relativamente
compleja por lo que produce desconcierto en el espectador. La
decoración de yeserías no alcanza la profusión ornamental de otros
templos, estando particularmente cuidada la molduración del
entablamento que recorre todo el interior. El camarín, de planta
hexagonal, conserva sus primitivas yeserías de comienzos del siglo
XVIII, y en él se venera a la titular Nuestra Señora de la Victoria. La mayoría de los retablos de la nave son ensambladuras
doradas, de la primera mitad del siglo XVIII. Entre ellos destaca el de San José.
Dentro
del capítulo pictórico, destaca un lienzo de la Alegoría de la
Eucaristía, que se encuentra en la capilla lateral de la Epístola.
Representa una custodia dorada, rodeada de cabezas de ángeles,
elementos arquitectónicos, flores, espigas y un medallón; en su
parte inferior aparece una última cena, que parece obra de escuela
sevillana.
Dentro del convento, encontramos una pequeña capilla de reciente factura, la cual está dedicada a la Beata Madre Carmen del Niño Jesús, fundadora de esta congregación. Aquí descansan sus restos mortales. A lo largo del día acuden los fieles a rezar a Madre Carmen, para implorar su intercesión, pues es conocida por toda Antequera la fama milagrosa de la beata.
Dentro del convento, encontramos una pequeña capilla de reciente factura, la cual está dedicada a la Beata Madre Carmen del Niño Jesús, fundadora de esta congregación. Aquí descansan sus restos mortales. A lo largo del día acuden los fieles a rezar a Madre Carmen, para implorar su intercesión, pues es conocida por toda Antequera la fama milagrosa de la beata.
Convento de Santa Catalina de Siena (Hermanas Dominicas)
Dirección: Plaza del Coso Viejo
El
convento pertenece a la orden de las Religiosas Dominicas.
La
primitiva iglesia fue sustituida por la actual, que es obra del
alarife Andrés Burgueño. Tiene planta de típica iglesia
conventual, tan repetida en España y América; presentando una sola
nave, capilla mayor y coro bajo a los pies.
En
el exterior es de una gran sencillez, destacando diversos elementos
de la fachada, como son la torrecilla de la esquina, la rítmica
serie de celosías altas y la portada de ingreso al templo, muy
simple de composición y que parece inspirada en la que Melchor de
Aguirre realizara para la Iglesia de San Juan de Dios.
Su
decoración interior de yeserías es de barroquismo recargado, con
profusa decoración de angelitos y formas vegetales, y se debe a
Antonio Rivera.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhj380Hpl3uzUCq4HkC3VBH0d3y1Ey3PSHi4HUWWs9OhSx8i8Fvs-8N-djRY55aMzVIZcl-dzRGZuglY0VnjmIukjgSjlYCGFPk04CRWNvqMq7AXDWGZiQ7ysGuW4JWKF0C0EJbYsLFe_xQ/s200/Santa+Catalina+-+San+Mart%25C3%25ADn+de+Porres.png)
Al entrar en el templo, nos encontramos con la imagen de San Martín de Porres, que goza de una fuerte devoción en la ciudad, prueba de ello son los incontables lazos y obsequios que encontramos a ambos lados de su pequeño retablo.
En
los aspectos pictóricos destacan una Anunciación del siglo XVI, la
reproducción de dos imágenes de gran devoción, el Dulce Nombre de
Jesús del convento de Santo Domingo de Antequera y la Virgen de las
Angustias de Granada.
Iglesia de Santiago Apóstol
Dirección: Plaza de Santiago
La
iglesia de Santiago se erige como simple ermita en el año 1519, y
desde 1822 hace las funciones de parroquia. El templo que ha llegado
a nosotros debe ser de mediados del siglo XVIII, pudiendo ser obra
del alarife Cristóbal García.
Muy
interesante es su exterior, en el que se fusionan la fachada-espadaña
con una especie de capilla-tribuna, que recuerda los modelos de
Indias. Hay que señalar también en esta fachada recuerdos
mudéjares, como la propia estructura del porche camarín o la bóveda
del pórtico bajo, con sus nervios trilobulados.
El interior es muy sencillo, de una sola nave cubierta con bóveda de medio cañón y capilla mayor con media naranja algo escarzana. En el retablo mayor se abre el camarín de la Virgen de la Salud, espacio rococó de blancas y rizadas yeserías realizado en el año 1765. La imagen de la Virgen es del siglo XVII y se ubica sobre un templete de madera dorada.
En
la sacristía se guardan piezas de orfebrería de gran valor.
Parroquia de San Miguel Arcángel
Dirección: Plazuela de San Miguel
La
obra actual la debemos al maestro alarife Nicolás Mejías,
realizándola entre los años 1784 y 1785. En 1954, se llevaron a
cabo un importante número de obras, así que de la obra de Mejías
sólo se conserva la capilla mayor, el camarín de ésta y la
espadaña. El resto del templo se hizo prácticamente nuevo,
siguiendo los diseños similares al antiguo, si bien se aumentó la
altura de la nave central. Además se incorporó la portada de caliza
roja procedente de la antigua iglesia de las Huérfanas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEik9jC-Q-VvBAv0WJ-SCRxz6aa-FGBE5OhGWNGHRtifIlSd0mu8UEJMSXCVe2S5X5mb_ypJE8FoKYEaJajFss6kQoFqfT12BLMmYHqB2PxrKU9RbhykykOEhv9MkzzyRCpFSq3Zn-BTwyzm/s200/San+Miguel+-+Interior.jpg)
La
imagen titular de San Miguel, que preside el camarín del retablo
mayor, es una escultura de tamaño algo menor del natural y obra del
siglo XVI. La peana sobre la que aparece es obra de estilo rococó.
Convento de Capuchinos (Padres Capuchinos)
Dirección: Plaza de Capuchinos
La
consagración del templo se hizo en el año 1658. El interior del
mismo, como era habitual en los de esta orden, es de una extremada
sencillez arquitectónica. Tiene planta de cruz latina, cubriéndose
la nave, brazos del crucero y cabecera plana con bóvedas de medio
cañón con lunetos y arcos fajones; la bóveda de media naranja del
crucero descansa sobre pechinas decoradas de escudos guarnecidos de
yeserías manieristas.
El
exterior ha sufrido algunas modificaciones en nuestro siglo. De la
primera época subsisten la portada del compás, que se corona con
hornacina de ladrillo en la que se expone una escultura de San
Francisco en piedra caliza blanca de El Torcal.
La
decoración interior responde a los modelos decorativos de la orden
Capuchina. En este sentido observamos el retablo mayor, compuesto por
un total de diez lienzos articulados por sencillas molduras. Los
temas iconográficos son alusivos al franciscanismo y se disponen en
torno a un enorme lienzo central en el que aparece la Inmaculada
venerada por San Francisco y San Buenaventura.
En su interior encontramos varias capillas de tamaño más modesto a las del resto de la ciudad. Entre ellas destacan la del Sagrado Corazón de Jesús o la de la Divina Pastora.
Antes de entrar a la iglesia, en el compás anteriormente mencionado, se halla una pequeña capilla donde se venera la imagen del Cristo del Perdón.
En su interior encontramos varias capillas de tamaño más modesto a las del resto de la ciudad. Entre ellas destacan la del Sagrado Corazón de Jesús o la de la Divina Pastora.
Antes de entrar a la iglesia, en el compás anteriormente mencionado, se halla una pequeña capilla donde se venera la imagen del Cristo del Perdón.
Convento de Nuestra Señora de Loreto (Hermanas Filipenses) "Las Recoletas"
Dirección: Calle Los Tintes
La
iglesia dedicada a Nuestra
Señora de Loreto comenzó
a ser construida en 1693, por orden de los Jesuitas, a quienes
pertenecía también el colegio que se alza junto a la misma. El
edificio en su conjunto es conocido popularmente por el nombre de
"Las Recoletas", debido a las Agustinas Recoletas, que se
albergaron en él después de su abandono por los Jesuitas. En la
actualidad, tanto la iglesia como el colegio pertenecen a las
religiosas Filipenses de Nuestra Señora de Los Dolores.
En
esta iglesia nos encontramos con el ejemplar de fachada más
monumental de todo el barroco antequerano, estando realizada
íntegramente en piedra de sillería, como exigía el concepto de
prestigio externo de los Jesuitas. En cualquier caso, las obras
de la fachada no se concluyeron.
El
interior del templo está inacabado en su cabecera. Tiene una sola
nave cubierta con bóveda de medio cañón y cuenta con amplias
tribunas comunicadas entre sí. Su decoración es a base de yeserías,
de extraordinario efecto ornamental y riqueza.
El
retablo mayor, mezcla de estilo barroco y neoclásico, cuenta entre
sus imágenes más destacadas con una Divina Pastora, del siglo XIX,
y un Crucificado, de figura estilizada y composición inquieta, que
debió de realizarse a comienzos del XVII.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEithR8kjOEsfj4_yaeBAqDSf0LHvZ7nLgsjWB9R3jg_H49shMU-HynHY5KEcilwlIHApHPMffy5TfAgTmRkwItGOUDCU8PHrWfobHdMt3GeDmxEPshroRYj7J4Kuiml43KIhRUtD6rZn9l9/s200/Loreto+-+Dolores.png)
Cabe
resaltar, por otra parte, en una hornacina situada en medio de una
pilastra, un San Francisco de Borja, atribuido a Pedro
de Mena.
En
el capítulo pictórico de esta iglesia, teniendo en cuenta que en su
día perteneció a la Compañía de Jesús, la mayoría de los
lienzos abordan temas relacionados con los Jesuitas.
Convento de Nuestra Señora de la Encarnación (Madres Carmelitas)
Dirección: Calle Encarnación
Pertenece
a la comunidad de Madres Carmelitas de la Antigua Observancia. Las
obras no se iban a concluir hasta el año 1580.
El
exterior del edificio resulta muy sobrio y en él sólo llama nuestra
atención el arco de ingreso, que decora sus enjutas con relieves de
la Virgen y San Gabriel, componiendo la escena de la Anunciación;
una jarra de azucenas, situada en la clave, completa el tema. En el
siglo XVIII, se construyeron dos cuerpos de curiosos miradores y una
espadaña.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRhiMesREzH8nnsIv3vU6FMrL1cY3y7TLdBfXyRwGFZ0eAQC1ycbBhlPi9c2Z3UgjIvjMrv8hfmX8d4hHq_9wc7TtenhyphenhyphenYw3-5Q9t3bVccnO1Xc-RDf5zWFi4_kOyakYEICDhn9Dj7hUjB/s200/Encarnaci%25C3%25B3n+-+Carmen+Novena.png)
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi4gx8PfeUjL56WDwF1HbRkx_tULXrCznh5BRINNwueWI2h2eEjNyFsBvytfk2rZgyQOrTvYgk86xODybsHBeUZCYEd-CVokOMhM9zAwbLoDdJJDmByHADRrfQLQwPb2XHnJ9oTSpB-bSCg/s200/Encarnaci%25C3%25B3n+-+Altar+mayor.jpg)
Esculturas
de interés son un San José de Andrés de Carvajal y una preciosa
imagen de la Virgen del Carmen de composición muy movida y de estilo
rococó, realizada por el antequerano Diego Marquéz de Vega en 1787.
No
debemos finalizar nuestra visita sin contemplar la fachada del
Convento que da a la calle de los Tintes. Esta presenta una
composición de estilo manierista muy compleja, que recuerda a los
diseños de Melchor de Aguirre.
Ermita de la Vera+Cruz (Cerro)
Dirección: Cerro de la Vera+Cruz
Este
templo, que corona una de las partes más altas de la ciudad, desde
donde se puede divisar toda ella y la Vega antequerana, se levantó
en un estilo renacentista mezclado con elementos manieristas y
pequeños detalles barrocos de yeserías en algunas capillas.
La
ermita se levantó por una devota a la Santa Vera Cruz y con el
tiempo, se convirtió en el lugar en el cual las cofradías
antequeranas, y muy especialmente la Hermandad de la Vera Cruz y
Sangre de Cristo hacían su estación de penitencia. Estas se
sucederían hasta el siglo XIX. Desde este momento, la transformación
y el escaso uso, así como su abandono, llevarían a los dueños a
cederla al Ayuntamiento a finales de los años 70, deteriorándose
poco a poco, encontrándose a finales de los años 80 casi destruida
en su totalidad. En 1997, el templo se volvió a levantar,
basándose en la planta original, añadiéndosele nuevos cuerpos, que
le permiten adoptar su nueva dedicación como museo y mesón, si bien todo ello quedó en proyecto. La ermita actualmente (desde 2018) se puede visitar, si bien no está habilitada como lugar de culto.
Antiguo Convento de Santa Clara
Dirección: Calle Santa Clara
El
antiguo convento de Santa Clara de la Paz fue fundado por las monjas
Clarisas Franciscanas el año 1603, si bien las obras de la actual
iglesia no comenzaron hasta 1633 según proyecto del arquitecto
Fernando de Oviedo. A esta época corresponde la zona de los coros
alto y bajo y el llamado ‘Claustrillo de los jazmines’, dentro de
un estilo manierista. La capilla mayor, añadida entre los años 1735
y 1757 bajo el patronazgo de la familia Eslava Almazán –propietarios
entonces del Palacio de Nájera-, presenta un riquísimo programa de
yeserías barrocas en las pechinas de su cúpula.
En
el exterior destacan la espadaña del siglo XVII, levantada por el
alarife Juan Muñoz Barrientos, y la portada almohadillada de
ladrillo de mediados del siglo XVIII que se atribuye al alarife
Nicolás Mejías, autor de la torre-mirador del Museo de Antequera.
El
edificio, adquirido por el Ayuntamiento en 1997, es hoy sede del
Centro Cultural Santa Clara, después de las importantísimas obras
de rehabilitación y restauración llevadas a cabo por la Dirección
General de Bienes Culturales de la Junta de Andalucía.
Antiguo Convento de la Madre de Dios de Monteagudo
Dirección: Calle Lucena
Pocos
monumentos antequeranos han despertado tanto interés entre los
estudiosos del arte como esta iglesia conventual de Agustinas de la
Madre de Dios de Monteagudo. Fue levantada entre los años 1747 y
1761, según proyecto del alarife Cristóbal García.
Las
Agustinas fundan convento en el año 1520. Ya en el año 1547 comenzó
a levantarse el antiguo edificio, que a consecuencia de un incendio
tuvo que ser sustituido por el actual.
El
buque exterior de este edificio sorprende por la enorme altura de sus
muros de ladrillo, destacando dos volúmenes autónomos: la
torre-cúpula de la capilla mayor y la bella torre-campanario. El
volumen de la torre-cúpula es una elegante obra del barroco-mudéjar
antequerano, se articulan tectónicamente en unos amplios paños a
base de fajas verticales, arcos ciegos, nichos, óculos
cuadrifoliados, molduras mixtilíneas...Todo el conjunto se cubre por
un tejado a ocho aguas rematado por una magnífica veleta.
La
torre destaca por su gracia, sobre todo en el basamento del cuerpo
principal de campanas, que se estrecha respecto de los cuerpos
superiores, dando una falsa impresión de inestabilidad.
El
interior de la iglesia es una de las creaciones más bellas del
Barroco antequerano, desde el punto de vista arquitectónico.
Partiendo de un modelo de iglesia conventual muy sencillo, se llega a
conseguir, gracias a un hábil juego de rectas, curvas, superficies
cóncavas y a pesar de su falta de ornamentación, un conjunto
espacial de los más originales de toda la arquitectura española. La
nave del templo se compartimenta en cuatro tramos, separados por
pilastras toscanas muy estilizadas, sobre las que apoyan arcos
trilobulados. Lo que da movimiento a todo el interior es el juego de
entrepaños cóncavos y bóvedas dispuestas en complicados casquetes.
Muy interesante es la disposición de los coros alto y bajo.
La
cúpula de la capilla mayor es posiblemente la pieza más importante
y lograda del conjunto. Sobre cuatro pechinas, decoradas con escudos,
angelitos y motivos del repertorio rococó, se asienta un anillo
mixtilíneo que da paso a una triple cúpula de estructura muy
compleja.
En
el retablo mayor de estilo neogótico se abre el vano del camarín,
pequeña estancia que al exterior aparece colgante. Este espacio lo
preside la imagen de la Virgen de Monteagudo, escultura llena de
gracia y de movimiento, obra de José de Medina. Son muy bellos los
ángeles lampadarios ejecutados en el último tercio del siglo XVIII.
En
la nave del Evangelio, a los pies junto al comulgatorio de las
monjas, hay una especie de retablo formado por varias urnas
acristaladas de distintos tamaños, en las que se guardan algunas
esculturas de interés: el grupo de Santa Ana maestra de la Virgen,
la Virgen de Valvanera, San Agustín, etc. Una vez pasado el tramo
que corresponde al cancel de la calle, encontramos el retablo de San
Agustín, obra ejecutada por José Medina en el año 1748. Muy
interesantes son los atributos de plata del santo que son obra del
platero granadino Vicente Ruiz Velázquez. El siguiente retablo de la
nave, junto al arco toral, es una pequeña máquina rococó de
compleja estructuración y obra de taller antequerano del siglo
XVIII.
En
el primer retablo de la nave de la Epístola, junto a la capilla
mayor, está la escultura de tamaño mediano, de San José, obra
probablemente de Carvajal. El siguiente altar lo ocupa la imagen del
Cristo de Limpias, crucificado moderno. Junto al coro se encuentra el
retablo de la Virgen del Rosario, imagen bellísima del siglo XVIII.
El retablo en sí, el mejor de los que existen en la iglesia es de
fines del siglo XVIII y obra probable del escultor antequerano Miguel
Rodríguez Guerrero.
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